Reflexiones

LA ANCIANA Y LAS SEMILLAS

Este es un mensaje para padres y educadores...LA ANCIANA Y SUS SEMILLAS



Un hombre trabajaba en una fabrica distante cincuenta minutos de ómnibus. En la siguiente parada subía una señora anciana que siempre se sentaba al lado de la ventana. Ella abría una una bolsa y durante todo el trayecto, iba tirando algo por la ventana. Siempre hacía lo mismo y un día, curioso, el hombre le preguntó qué era lo que arrojaba por la ventana.

- ¡Tiro semillas! - le dijo la anciana.

- ¿Semillas? ¿Semillas de qué?
- De flores, es que miro afuera y está todo vacío... Me gustaría poder viajar viendo flores durante todo el camino. ¿Verdad que sería bonito?.

- Pero las semillas caen encima del asfalto, son aplastadas por la ruedas de los autos, devoradas por los pájaros... ¿Cree que sus semillas germinarán al lado del camino?

- Seguro que sí. Aunque algunas se pierdan, algunas acabarán en la cuneta y, con el tiempo, brotarán. 

- Pero... Tardarán en crecer, necesitan agua...
- Yo hago mi parte. Siempra hay días de lluvia! Y si alguien arroja las semillas..las flores naceran.

La anciana siguió con su trabajo...

Y el hombre bajó del autobús para ir a trabajar, pensando que la anciana había perdido un poco la cabeza.


Unos meses después... yendo al trabajo, el hombre, al mirar por la ventana, vio todo el camino lleno de flores... ¡Todo lo que veía era un colorido y florido paisaje! Se acordó de la anciana, pero hacía días que no la había visto. Preguntó al conductor:

- ¿Qué hay de la anciana de las semillas?
- Pues, ya hace un mes que murió.

El hombre volvió a su asiento y siguió mirando el paisaje.

- "Las flores han brotado, se dijo, pero ¿de qué le ha servido su trabajo?. No ha podido ver su obra".

De repente, oyó la risa de una niña pequeña que señalaba entusiasmada las flores...

¡Mira papá! ¡Mira cuantas flores!

¿Verdad que no hace falta explicar mucho el sentido de esta historia?

La anciana de nuestra historia había hecho su trabajo y dejó su herencia a todos los que la pudieran recibir, a todos los que pudieran contemplarla y ser más felices.

Dicen que aquel hombre, desde aquel día, hace el viaje de casa al trabajo con una bolsa de semillas.


Está reflexión está dedicada a todos aquellos maestros, educadores, profesionales de la enseñanza, que, hoy, más que nunca, no pueden ver cómo crecen las semillas plantadas, las esperanzas sembradas en el corazón, sobretodo, de los adolescentes que llenan sus clases.


Y como los padres son, o deberían ser, los grandes educadores, también está dedicada a ellos.

Porque... Educar es enseñar caminos



No dejes de sembrar cosas buenas...

Alguien siempre recogerá tu siembra..

El Jabon

Un vídeo con la única finalidad de reflexionar en una verdad fundamental.